El Castillo de Moritzburg en la ciudad de Halle es un ejemplo de la arquitectura gótica militar del siglo XV en Alemania. A pesar de la destrucción parcial de las alas norte y oeste durante la Guerra de los Treinta Años, el recinto ha logrado mantener la mayoría de sus características originales: un muro perimetral, tres de las cuatro torres esquineras y un patio central.
¿Lo más importante? El palacio ha sido el hogar de un museo de arte desde 1904. El desafío llegó cuando decidieron ampliar las salas de exhibición, sin modificar ni añadir columnas, entonces la oficina española Nieto Sobejano Arquitectos decidió tomar el desafío al crear nuevas salas a partir de una idea clara y sencilla: una nueva cubierta.
Por un siglo, el Palacio de Moritzburg ha albergado una notable colección de arte moderno —principalmente cuadros del expresionismo alemán—, así que cuando el museo recibió una donación de una de las mayores colecciones privadas del grupo expresionista Die Brückem entonces supieron que necesitarían más espacio para acomodar las obras recién llegadas.
La solución de Nieto Sobejano Arquitectos fue pensar en una nueva cubierta como una gran plataforma y doblarla para que se eleve y se rompa para permitir el ingreso de la luz natural. Al hacer eso, el piso original no se tocó y no hubo necesidad de construir nuevas columnas en la galería central.
También se construyeron dos nuevos núcleos de comunicación vertical para ampliar aún más el espacio. El primero, ubicado en el ala norte, conecta diferentes niveles entre sí. La segunda es una nueva torre de 25 metros de altura que brinda acceso a nuevas áreas de exposición y vistas de la ciudad.
La geometría visual de una torre de metal angular construida a lo largo de la forma irregular existente del castillo y los techos altos crea un nuevo aspecto interesante para el castillo. Los arquitectos creen que estos nuevos desarrollos solo contribuirán a la interesante historia del Castillo de Moritzburg a lo largo del tiempo y realzarán la imagen de la ruina romántica.